La dormilona: cómo ejecutarla
La dormilona es uno de los golpes más técnicos que se pueden ver en el pádel. No es, ni mucho menos, un golpe sencillo. Es más bien un recurso. Pero quien lo domina y se atreva a ejecutarlo puede estar seguro de que dejará a más de un rival y a los aficionados con la boca abierta. Eso sí, siempre será mucho más fácil con una de las palas de pádel top del mercado con la que sintamos plenamente el contacto con la bola.
Sin duda, la dormilona es una de esas jugadas que pocas veces tenemos la ocasión de disfrutar. Primero por lo ya comentado: es un golpe que requiere de una técnica avanzada. Y después porque hay que tener la suficiente sangre fría como para ejecutarla correctamente y no fallar en el intento.
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Además, la dormilona no podemos realizar en cualquier momento. Para ello, la bola tiene que venir rebotada de nuestra pared tras un remate del rival y que quede muy cerca de la red, prácticamente a la altura de la cinta.
En definitiva, hay que tener mucha mano para realizar este golpe, pero aun así queremos ofreceros los consejos necesarios para intentar la dormilona, tengas el nivel que tengas.
Cómo realizar la dormilona paso a paso
El nombre de la dormilona viene por el efecto que se le da a la bola. Ésta queda totalmente muerta en la red, cogiendo la dirección contraria a la que llevaba previamente.
Para realizarla correctamente es fudamental leer el remate del adversario. Una vez que el rival golpea con su smash debemos dirigirnos rápidamente hacia la red. Es entonces allí cuando, sin tocar la red (ojo), realizamos el gesto técnico para dejar ‘dormida’ la bola.
Son pocos los jugadores profesionales que se atreven a realizar este golpe. Pero aquí dejamos recogidos varios vídeos donde podemos ver a auténticos cracks como Cristian Gutiérrez o Gaby Reca realizando la dormilona de manera perfecta.
No te pierdas tampoco el tutorial de la parte superior donde Juan Martín Díaz nos enseña a ejecutar correctamente este golpe que, como decimos, siempre nos acaba dejando con la boca abierta cada vez que lo contemplamos.